lunes, 6 de diciembre de 2010

Miguel Ángel pintó un cerebro en la Capilla Sixtina





Michelangelo di Lodovico Buonarroti (1475–1564), conocido como Miguel Ángel, era un genial artista y un maestro en anatomía, ciencia que aprendió diseccionando cadáveres. Un equipo de científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins (EE.UU.) ha descubierto que en sus frescos de la bóveda de la Capilla Sixtina, concretamente en el denominado "La separación de la luz y las tinieblas", el pintor italiano dibujó con gran precisión un cerebro y su unión con la columna vertebral en el cuello de la figura que representa a Dios. 



Según publican los investigadores en la revista Neurosurgery, se trata de uno de los frescos menos famosos de la serie, pero es importante por encontrarse directamente sobre el altar de la capilla y porque representa "el inicio de la Creación". "Creemos que Miguel Ángel quiso realzar la importancia de este fresco ocultando esta sofisticada representación neuroanatómica en la imagen de Dios", afirman.



Posiblemente no es la única alusión al cerebro en la obra de Miguel Ángel. En 1990, el doctor Frank Lynn Meshberger publicó un articulo en JAMA explicando que las figuras y sombras situadas detrás de la de Dios en La creación de Adán son una imagen anatómicamente precisa del cerebro humano. Aunque algunos discrepan y aseguran que se trata de un caso de pareidolia, es decir, un tipo de ilusión óptica que consiste en la asociación de una forma con una figura reconocible.

*Artículo ampliado el 01/06 a raíz de las dudas planteadas por una lectora con referencia a estudios anteriores sobre las referencias neuroanatómicas en los frescos de Miguel Ángel*


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